jueves, 29 de diciembre de 2016

El vuelo de las águilas

Perseguimos la eternidad y escapamos de la muerte. Huimos de la realidad. Nos asusta todo lo desconocido, el misterio resulta incómodo. Sueño con las gaviotas planeando sobre la costa, y las olas golpeando con fuerza el acantilado. El Sol brilla muy alto y nosotros yacemos sobre la playa. Recordamos nuestro pasado, y elegimos los recuerdos que queremos revivir. Separamos todos los malos, y los enterramos debajo la arena mojada, y guardamos los buenos detrás de nuestras pestañas. Para verlos eternamente cuando andemos.  Cada paso que doy hace vibrar mi corazón, se me escapa alguna lágrima de la emoción. Puedo ver a todos  mis seres queridos, y disfrutar de aquellos paisajes que tanto me relajaba contemplar. Una vez terminada la secuencia, me siento sobre la arena de nuevo, y susurro a tu oído. Te cuento todo lo que he visto. Tú sigues dormida, aún estás sumergida en tus propios recuerdos. Aquí todo parece tan fácil, que es difícil asumir, que esto no es real.  Que nuestro mundo está ahí abajo, con todas las complicaciones y los inconvenientes. A veces cuesta vivir en él, incluso te planteas renunciar a todo y rendirte, pero todos los habitantes tenemos sueños, que aspiramos a cumplir algún día. Cuando dejamos de creer en nosotros, y queremos echarlo todo por la borda, subimos aquí arriba para relajarnos, y darnos cuenta de todo lo que hemos vivido hasta ahora. Compartimos nuestros temores y nos damos cuenta de que no estamos solos, que todos sufrimos en silencio, y que no somos tan diferentes de los otros.
Nuestro mundo parece tan pequeño desde aquí, que cuesta de creer que haya tanta gente sentada a mi alrededor mirando abajo, buscando el momento perfecto para volver, y seguir su camino.
Las águilas vuelan cerca de nuestros pies. Las estudio detalladamente, y trato de decidir cuál de ellas es la más confortable. Una vez he tomado la decisión, espero que la elegida, pase justo por debajo mío, y salto a sus espaldas. Aterriza en el jardín de mi casa, sobre el almendro centenario. Bajo con cuidado, y me despido de ella con un movimiento de cabeza, ella deja escapar un pequeño grito de victoria. Veo como se aleja entre las nubes, y entro en casa. Todo sigue tal y como lo había dejado. Pero el tiempo ha pasado, me miro en el espejo, y distingo algún pelo blanco en mi cabellera. Quizás la próxima vez no debería demorarme tanto tiempo ahí arriba. Voy a la habitación y preparo la maleta, cojo todo lo necesario, y me dirigo a la estación. El último tren pasa dentro de diez minutos.

martes, 27 de diciembre de 2016

La ciudad de plástico

Un último viaje para preservar mi identidad. El aire que atraviesa el bosque purifica mis pulmones. Las campanas repican en la torre blanca, y la ciudad vieja se despierta lentamente. Aprovecho este señal para emprender la marcha.
Las calles me inspiran una incómoda seguridad, la primera luz del día deslumbra mis ojos, y me paro un instante para escuchar el ajetreado aleteo de las aves migratorias dirigiéndose a tierras más cálidas. Se aproxima el invierno.
Recuerdo aquellas antiguas historias, que hablan sobre todos los que cruzaron las murallas en busca de nuevas aventuras en las montañas.
Se avecina una revolución. Las armas se consumen en el fondo del río, y la pólvora ya sólo se usa para anunciar la llegada de un nuevo predicador. Parece que el mundo se ha acostumbrado a este nivel de vida. La monotonía predomina en nuestra ciudad. Nunca nada se sale del guión establecido. Todo es tan perfecto, que es difícil no aburrirse. Parece sacado de una película de ciencia ficción. Me pregunto cuantos de los que se quedan son felices. Se creen todo lo que les cuentan, o simplemente esta vida les proporciona una estabilidad que nunca habían tenido y les da miedo perder? Algunas noches tumbado en la cama, escuchaba el llanto de sus almas a la lejanía, pero cuando al día siguiente me los encontraba por la calle, ellos se limitaban a sonreír.   Sus rostros parecían de plástico, se esforzaban demasiado a esconder todas sus debilidades, y siempre se vanagloriaban de lo bien que les iban sus vidas.
Rodeado de esta clase de personas, he perdido la noción de la realidad, del verdadero sentido de la vida. Quiero vivir algo real, quiero sentir el peligro, y tener miedo a equivocarme, dudar y perderme, tener que buscar de nuevo el camino a casa, y poder llorar sin reprimirme.
Escapo por una pequeña grieta que hay en las murallas, sin que nadie me vea, y empiezo a correr por el bosque. Cuando creo que ya estoy suficientemente lejos, me paro un momento a descansar. Trato de ubicarme pero me doy cuenta que no sé dónde estoy. Mi corazón late con fuerza. Vuelvo a sentirme vivo.  

domingo, 18 de diciembre de 2016

Un universo peculiar

Veo el universo como se divide en partes minúsculas. La gravedad impone sus leyes en el espacio. Algunas de mis mejores reflexiones flotan en mi mente. Hacia dónde sopla el viento hoy? Me relajo y escucho el despertar de la naturaleza. Lento y sabio. Todo sigue su curso, y yo me voy adaptando a la vida. Cada situación me curte y me prepara para nuevas batallas.
Junto todas las piezas y construyo mis ideales. Trato de seguir unas reglas, aunque a veces necesito alejarme del camino para recuperar mi esencia más pura, y revivir el lado más salvaje de la humanidad.
Un nuevo mundo basado en la diferencia y la improvisación. Nos guiamos por impulsos que despiertan nuestro sexto sentido.
Desarrollamos nuevos poderes que despliegan nuestro pensamiento analítico. Me cuestiono las grandes teorías de la sociedad y escribo mis ideas. Nuestra propia existencia es una incógnita. Hacia donde viajan nuestras almas? Quizás todos nos movemos en dirección contraria al viento, y nos alejamos para siempre del abismo, anulando todas las fronteras que alguna vez nos identificaron.
Saludo al día que se acerca, y pongo mis manos en los bolsillos. Simplifico la asención hacia la cima, imaginando que unas grandes alas han crecido en mi espalda. Percibo el tacto del aire frío en mis mejillas.
Antiguas ideologias, reslatan la evolución de mi mente. Las creencias que dejé a la deriva construyen historias dispuestas a ser enterradas en un futuro próximo.
Conozco este sonido, y me identifico con la respiración de los árboles. Los pájaros posan en sus ramas, observando cómo caen las hojas, y tiñen los caminos con los tonos del otoño.
Contamos el tiempo del revés, y vamos aprendiendo a vivir, guiándonos por nuestros instintos. Escucho los violines en el horizonte, y mi alma se conecta con la naturaleza. Son muchos los cuentos que se esconden dentro de las copas de los árboles, y pocos somos capaces de contarlos, tan bien como ellos, de modo que me subo al más alto de todos, y escucho.
Descubro los secretos de los más sabios. Y vuelvo a casa con humildad.
El universo sigue presentándose de una forma peculiar. Ahora la gravedad ha perdido su poder, y la brillantez de los grandes astros, domina el espacio. Algunas moléculas se descomponen y se dispersan por el entorno, viajan en todas direcciones, sin rumbo fijo. Algunas se estrellan contra un planeta, otras desaparecen al cabo de unos segundos. Solo un par de ellas, se mantienen encendidas, y parpadean juntas alrededor del Sol, esperando el momento ideal para alejarse de él, y seguir su camino hacia el infinito.

sábado, 17 de septiembre de 2016

Estrellas Rotas

Las campanas repican en mi mente, mientras un nuevo instinto se desarolla dentro de mí. 
Oigo como la lluvia se aleja lentamente después de haber regado los árboles que me cobijan. 
Vuelvo a sentarme solo en el porche, debajo de su sombra, escuho el sonido del viento y cuento las hojas que han caído en el sendero. Incapaz de andar por este camino encharcado, doy vueltas sobre mi mismo, buscando una reacción. 
Cuando llega la noche, observo como las estrellas se alinean en el cielo, y a la luna se le escapa una ligera sonrisa. 
- Que haces aquí parado? - Me preguntan todas a la vez. 
Yo me las miro avergonzado, y trato de esconderme. Pero ellas siempre me encuentran. Nunca puedo engañarlas. 
- Harás que nos enfademos de verdad. - Dice la luna. Venga sal ahí fuera y sigue tu camino. No te rindas tan temprano. 
Yo niego con la cabeza. La tormenta me ha asustado demasiado. 
Ellas se miran con cara de preocupación, hasta que las estrellas desaparecen una a una provocando una pequeña explosión de luz, que rompe la oscuridad de la noche. Solo queda la luna, que me mira de forma desafiante, y me dice: 
- Encuentranos. Y seguidamente se apaga,dejando el cielo virgen de luz. 
Poco a poco bajo las escaleras, y empiezo a andar por el sendero. Los charcos que lo componen ensucian mis nuevos zapatos, de modo que me los quito con cuidado y los dejo debajo de un árbol. 
Hago unos pasos más y noto como mis piernas tiemblan a causa del frío. 
Cruzando un charco siento una punzada de dolor. He pisado algo puntiagudo que me ha provocado un pequeño corte en el pie. Bajo mi mirada, y veo como algo brilla dentro del charco. Meto la mano, y lo tomo con delicadeza. Es una estrella. Está rota. El impacto con el suelo ha provocado que se quebrase en pequeñas partes. Las cojo todas, me las guardo en el bolsillo y sigo andando. 
Durante el camino, voy encontrando las otras. Algunas estaban colgadas de los árboles, otras, echas pedazos sobre alguna roca, o incluso había una que flotaba sobre el lago con el pulso acelerado. 
Cuando consigo reunirlas todas, dedico todos mis esfuerzos en curarlas una a una. Me lleva mucho tiempo. Cuando todas estan sanadas, las alineo sobre el suelo, y llamo a la luna, con un suave susurro. 
Pocos segundos después, veo como se enciende encima de mi en el cielo. Espero a que me hable. Pero ella se mantiene callada con la mirada fija en mi. Yo no consigo entender que más quiere, así que observo a mi alrededor, y me fijo que la parte inferior de la primera estrella que he encontrado, brilla más que las otras. Me acerco, y la giro`. Tiene una frase escrita en la espalda: 

Tu camino aún no ha terminado. Sigue nuestra luz. 

La vuelvo a colocar tal como estaba, y todas a la vez, se elevan hasta la altura de la luna, y desde el cielo me guiñan el ojo. 
Yo les sonrio, me quito el abrigo, y sigo andando hacia el norte. Tal como indica su resplandor.  

domingo, 14 de agosto de 2016

Nubes oscuras

Cada ser humano percibe el mundo de una forma diferente. Todos observamos lo que ocurre a nuestro alrededor, pero sólo los más valientes actúan sin miedo al fracaso, y se posicionan delante de los problemas.
Todos tenemos sueños, algunos sólo en la cama, otros los viven de verdad. Sienten la adrenalina del momento, y saborean el camino que nos ofrece la vida.
Ahora siento que me hago mayor, que me alejo de mi infancia y de mi hogar, empiezo a conocer las verdades sobre el mundo. Quiero despegar, empezar a volar, y sentir el tacto del aire fresco en mis mejillas.
Cuento las nubes del cielo, y descubro que hay tantas cómo sueños tengo. Algunas son negras y oscuras, otras blancas y suaves. Paso a su lado y las acaricio con ternura. Empiezo a jugar con ellas, pero de vez en cuando alguna nube oscura rompe mi felicidad, y me asusta. Quiere cortarme las alas y hacerme caer en picado, pero yo sé que debo mantenerme firme y no ceder a la presión.
Para suavizar la tensión, empiezo a cantar a las nubes negras. Mis canciones son antiguas baladas, con acordes tristes y melodías emotivas. Pero las letras hablan sobre mí, explican construyo mis sueños.
Me doy cuenta de un pequeño momento de debilidad en las nubes oscuras, y luego empieza a llover. Puedo observar como las gotas caen delante mío. Cada una de ellas es todo lo que he dejado ir. Las amistades que se perdieron y los secretos que no se contaron. Incluso veo el pueblo en que nací, y mi casa al lado de las montañas. Oigo las voces de mis padres a la lejanía. Todo esto cae, y se pierde en el espacio, y yo lo observo indiferente, lo acepto como algo necesario para mi crecimiento personal.
La lluvia perdura durante mucho tiempo. Cuando cesa, observo como las nubes oscuras se reducen en la nada, y me dejan flotando en un cielo blanco y claro, dónde los primeros rayos de Sol aparecen en la lejanía. 

sábado, 23 de julio de 2016

El último espejo del faro

Todo lo que viaja a través de las olas, esconde la cabeza bajo el agua, y observa cada situación con perspectiva desde el fondo del mar, donde todo es diferente.
Los peces no se inmutan, solo siguen la corriente. Allí es dónde se guardan los secretos más antiguos y las historias más valiosas. Las que están lejos de la realidad que conocemos y nos acercan a nosotros mismos
Sigo buceando por el fondo marino hasta que llego a un acantilado que me obliga a subir a la superfície. Un viejo faro destaca sobre las rocas, iluminando hacia el norte. Me pregunto qué habrá allí que todos los locos lo busquen.
Quizás todo se equilibre y el caos se simplifique, creando un universo paralelo, donde podamos reflexionar, y soñar lejos de la oscuridad.
Una escalera baja desde la cima del acantilado. Incapaz de resistirme a la curiosidad empiezo a subir.
En cada escalón me encuentro un recuerdo diferente. Algunos de ellos me emocionan, otros siguen punzandome en el corazón al avanzar.
Cuando llego a la cima, escucho el sonido del viento y respiro profundamente, observando como los últimos rayos de Sol se extinguen en el horizonte.
La puerta del faro está entreabierta y puedo distinguir un pequeño rayo de luz que se cuela a través de ella. Arriba veo una pequeña ventana desde dónde me observan unos ojos curiosos. Entro en el faro y empiezo a subir hasta la habitación de la ventana. Un conjunto de espejos marcan el perímetro de la cambra, y en el centro hay una pequeña estatua de un duende con la mirada fija en el horizonte. Cuando me acerco para verlo mejor, me doy cuenta que en los espejos se reflejan progresivamente todas las etapas de mi vida. Excepto uno de ellos que no refleja nada. Me voy acercando a él lentamente, y cuando mi nariz toca el espejo, la estatua del duende se gira hacia mí, y sus ojos empiezan a brillar, el espejo se ilumina y se abre un pequeño agujero en el centro. Un poco dubitativo pongo un pie dentro y seguidamente introduzco todo mi cuerpo. 
Todo gira a mi alrededor, hasta que vuelvo a aparecer en el fondo del mar. Esta vez sigo los peces al ritmo de las corrientes marinas, que nos llevan a un barco hundido, con un enorme cofre de madera en la bodega. Me doy cuenta que uno de los peces lleva una llave colgada en una aleta. La tomo y pruebo suerte, suena música de fondo mientras lo abro, y una luz que aparece del interior me alumbra. Cuando se reduce la intensidad, puedo ver que dentro hay el último espejo del faro, pero esta vez me refleja a mi mismo, tal y como soy en en este preciso instante. Aunque no consigo sonreír, hasta que el duende me sorprende tocando me suavemente la espalda, y empieza a reírse sin ningún motivo. Después de unos segundos de incredulidad me uno a él con una profunda carcajada. Dejando este instante como la imagen que quedará siempre retratada en el último espejo del faro.


miércoles, 13 de julio de 2016

En un reino desafortunado

Tus pasos se acercan pero ya no tengo miedo. La responsabilidad que caía sobre mi ha desaparecido.
Todo lo que se mueve a mi alrededor me produce una enorme curiosidad pero no me atrevo a tocarlo. Aún me siento incapaz de salir de todo lo que se aleja de mis própios esquemas.
Mis debilidades se han escondido detrás de la oscuridad, y las estrellas iluminan mis mayores virtudes. Cuántos pasos me faltan para llegar a mi objetivo? Ya no creo en el destino, y la suerte me ignora a menudo, así que descubro mi própia fortuna lejos de profetas y sabios. En una tierra desconocida creceré mirando como fluye el agua del río y cómo emigran los pajaros.
Quizás algún día sueñe que me convierto en un gigante, y veo el mundo tan pequeño que apenas tenga tiempo para analizarlo.  Me daré cuenta que ya no soy un niño, y que es la hora de tomar decisiones. Dar un paso adelante sin mirar atrás. Podría imaginarme sentado delante del anochecer escuchando las olas del mar repicar pero se que primero tengo que contemplar con atención la salida del Sol.
El verano se acerca, pero el frío del inverno sigue atrapado en mi cuerpo. Puedo relajarme sobre la arena de la playa, y cruzar todos los oceános hasta llegar a la isla que aparece frecuentamente en mis sueños. Y allí reencontrarme conmigo mismo. Sin darme cuenta de la dirección en que sopla el viento, podría subirme en el árbol más alto, y esperar a que un barco cargado de buena suerte atraque en la isla, y invada hasta el último rincón.
Hoy pero, siento que esto ya no me apetece. Quiero salir a la calle con los bolsillos vacíos sin saber a dónde ir, econtrarme con el infortunio, y ser capaz de combatirlo la próxima vez que nos enfrentemos. Se dice, que quien es capaz de derrotarlo conisgue la llave de la felicidad eterna. Un premio realmente valioso para todos aquellos guerreros que han sobrevivido a numerosas batallas y que han sangrado para cambiar el rumbo de sus desdichadas vidas.

domingo, 12 de junio de 2016

Quema la bruja



Quema tu bruja interior, la que actúa sobre tus sueños cada noche. Escapa de las garras de la oscuridad. Nunca sabes dónde está tu propio límite, cuando cruzas la línea de la verdad, y quien te acompañará en tu último viaje. 
Humo negro, en el horizonte y los pájaros nocturnos vuelan desorientados, lejos de aquí. Una tormenta se avecina. Fragmentos de mi corazón extraviado esparcidos por el suelo. Quizás cuando alguien los vea, se dará cuenta que este no es el camino indicado.
Si este es mi último sueño quiero imaginarme que vivo en otro mundo. Sin necesidades y dónde las locuras están permitidas.  Puedo elegir mis miedos, y mis preocupaciones. Seleccionar las noches en que quiero solo dormir, o si también me apetece soñar. Determinar los colores que pintan nuestros días, y las lágrimas que derraman nuestras almas. Todo se diluye lentamente, detrás de nuestros ojos. Son las leyes de la evolución, que resuenan cómo un sonido frágil en nuestra cabeza.
No sé cuánto más debo andar para llegar hasta la tierra prometida. Dónde ya murieron todos los profetas, y ahora la habitan, los que se atrevieron a desafiar sus profecías.
Ando descalzo por el desierto, palpando el calor de la arena, y sintiendo la temperatura del núcleo de la tierra en mis venas. Decido esparcir las cenizas de la bruja aquí. Quiero que esté cerca del calor y el fuego. Un hogar dónde se sentía cómoda, lejos del frío que a veces desprendía mi cerebro.
Soy incapaz de recordar su rostro, simplemente sé que a veces cuando miraba atrás me topaba con su puntiaguda nariz. Ahora podré tumbarme tranquilamente en la cama, y observar el techo de mi habitación, contar las estrellas que forman cada constelación, y quizás podré escuchar de forma más intensa el latido de mi corazón.
Lleno de emoción empiezo a saltar de alegría sobre el desierto. Se pone el Sol y se acerca la noche. Ahora que el calor es cada vez menos intenso, voy a aprovechar para seguir mi camino hacia la tierra prometida, y acostarme entre las tumbas de los antiguos profetas.

martes, 3 de mayo de 2016

La ciudad abandonada

Soy el ultimo en coger el timón. Conduzco con sumo cuidado hasta que llego a tierra firme.
Todo es tan bonito aquí, que mis miedo se simplifican con los primero rayos de Sol.
Y mis debilidades, se convierten en mi pequeño tesoro, el cuál entierro debajo de la arena de la playa·
Las calles vacías me muestran el camino de la compasión, y aparcan el egoísmo en la orilla del río.
Cada paso que hago diluye una gota de los charcos que esconden la avenida prinicpal de la ciudad.
La sombra de los árboles ya se ha extingido detrás de la oscuridad, pero aún puedo escuchar su fatigada respiración. Creo que mi preséncia ha vuelto a despertar sus sentidos.
En este momento pongo mis manos sobre uno de ellos, para sentir cómo renace de las cenizas de la oscuridad. Quiere sobrevivir a pesar de la decadéncia de su hogar. Me pide que le dé a él y a sus compañeros una nueva razón para seguir cobijando aquella ciudad que tanto habían querido, y que la avarícia de los hombres la ha convertido en un montón de runas.
Veo sus recuerdos, los más bonitos y los más tristes, y siento su profundo amor por este lugar.
Los años pasan y las personas cambian. Algunas se convierten en luchadores, mientras otras se pierden en sus própios fracasos. Pero siempre habrá algo que permanecerá intacto: nuestras vivéncias. Las cuáles nos hacen sentir especiales, y se convierten en aquello en lo que nos identificamos.
Saber que todos tenemos alguien en quien confiar y con quién compartir nuestros miedos, y que equilibra nuestros sentimientos en los peoes momentos.
Miro a estos viejos árboles y trato de comprender porqué se sienten tan solos. Hasta que me doy cuenta que estoy sentado sobre el hogar dónde crecí. Me tumbo en el suelo y empiezo a recordar mi juventud con una sonrisa en los labios. Lentamente oigo como los árboles de mi alrededor despiertan por completo, y me siento protegido por su sombra. Al mismo tiempo que les susurro al oido que nunca más huíre ni olvidaré mis buenos recuerdos.

domingo, 10 de abril de 2016

Noches en un lugar inventado

Llevo mucho tiempo esperando un nuevo amanecer. Mis sueños se derriten bajo la oscuridad de la noche.
No quiero perder este ultimo combate, me quito la armadura, y me tumbo boca arriba mirando el Sol. Imagino que te veo a través de él. Cómo será tu sonrisa cuando acaricie tu piel suave sobre la arena de la playa.
El verano se aproxima, y la primavera marchita la tristeza de tus ojos.
Un largo camino se dibuja en el bosque verde y frondoso, y el viento mueve las hojas al ritmo de nuestros pasos.
Entrelazamos nuestras manos bajo la puesta de Sol. Un pequeño silencio, es interrumpido por los latidos de nuestros corazones.
Miro al cielo y me doy cuenta que las estrellas nos están observando. Por un instante me siento intimidado, y retiro mis manos de tu cuerpo.
Tu me sonríes, y acaricias suavemente mi rostro. Susurras a mi oído que no tenga miedo, cierras mis ojos y me besas mientras me pides que no despierte nunca de este sueño.
Nuestra respiración es suave, y al compás de la brisa nocturna. La oscuridad de la noche se convierte en nuestro hogar favorito, dónde nos escondemos de una sociedad llena de necesidades materiales y vacías.
Quizás el tiempo corre demasiado rápido aquí, y nuestras preguntas flotan en el aire, buscando la respuesta a nuestro amor prohibido e imposible. Pero nos sentimos cómodos, viviendo en una situación de peligro constante. Temiendo por satisfacer nuestras necesidades básicas, y velando por defender nuestros derechos humanos, y nuestro espacio vital.

Soñando en todo lo que queremos mantener a nuestro lado, y de lo que nos queremos alejar. Un mar de dudas, dónde las olas repican en el acantilado y una voz que resuena por toda la playa, pidiéndonos que nunca nos rindamos y que simplemente creamos en nuestro amor, y nuestros sueños. 

miércoles, 6 de abril de 2016

Reflexiones y sueños


Antes de irse a dormir empezó a leer Crimen y castigo, el libro que le había regalado su hermana Polly por su cumpleaños, acompañado de unas copas de vino de Burdeos. Ya era la cuarta vez, que lo empezaba, pero nunca se cansaba de leerlo.
Al cabo de un buen rato miró el reloj, y se dió cuenta que ya eran las 00:48, un poco borracho fue a la habitación despertó a Monika, y le preguntó: 

- Tu crees en los sueños?
Ella medio dormida aún, balbuceó hasta que al fin contestó:
- Matt, a qué viene esto? Son casi la una, no me apetece filosofar ahora, además has bebido demasiado vino, y eres incapaz de pensar con claridad.
-No, pero te estoy hablando en serio. Crees, que es posible que un sueño evolucione de ficción a realidad?- Volvió a insistir él.
Monika, se dio cuenta de que no pararía hasta que obtuviera la respuesta que él querría oír. Hecho que hizo que se levantara, encendiera la luz de la mesita de noche, y se sentara a su lado. Luego tomó su mano y dijo:
- Nunca me he parado a pensar sobre los sueños, es un mundo ambiguo y abstracto. Cada uno puede interpretarlos a su manera.
- Pero no crees que nos conectan con nuestra mente, y pueden llegar a desenvolver zonas desconocidas de nuestro cerebro? Me refiero a que, por ejemplo, cada sueño puede relacionarse con situaciones cotidianas que nos han ocurrido en el pasado, pero también situaciones futuras que nos pueden ocurrir. Hasta el punto de crear un viaje en el tiempo, mientras dormimos avanzamos o retrocedemos en nuestra vida, a partir de reflexiones producidas por nuestro cerebro, pero cuando despertamos volvemos, a la realidad, al presente, nuestro día a día.- Reflexionó Matthew.
Monika se quedó unos segundos pensando, tratando de entender las palabras que había dicho su compañero. Se levantó de la cama, y volvió con un par de copas de vino, y siguió con la conversación.
- Pero en la mayoría de los casos nuestros sueños, son proyecciones y situaciones realmente descabelladas. Impensables que se produzcan en la vida real. Cómo puedes relacionar esto con todo lo que dices?- Preguntó
- Aquí es donde entra nuestra imaginación. Cada proyección que crea nuestra mente
mientras dormimos, está relacionada con una situación que vivimos en el pasado, o que viviremos en un futuro próximo. Pero cada mente es diferente, y cada persona tiene su propia visión de las cosas, y siente distintas sensaciones. Por lo tanto cuando un sueño hace referencia a un recuerdo que ya hemos vivido, todo lo que nuestra mente e imaginación produce está relacionado con las sensaciones que sentimos en el momento en que sucedió. Y en el caso que tengamos un mal recuerdo de aquella situación nuestra mente trata de producir imágenes que nos ayuden a superar aquello que en el pasado nos angustió.
- Y después como explicas las pesadillas? No existen?
- Sí que existen, pero tienen un mensaje que nos quieren transmitir, que quizás no lo interpretamos como debemos, o simplemente no lo entendemos, de modo que así se convierten en pesadillas.
- A qué te refieres con esto? - Le preguntó Monika.
- Que nuestros sueños nos ayudan a entender nuestra existencia, y nos permiten revivir situaciones de nuestras vidas que pasaron completamente desapercibidas.
Matthew se sentía realmente excitado por todo lo que estaba diciendo. Nunca había reflexionado con nadie sobre este tema, y realmente estaba siendo una experiencia genial.
A medida que avanzaba la conversación, Monika, sentía cada vez más interés. Y también querría dar su opinión sobre el tema. Así que intervino:
- Por lo tanto, nuestros sueños, nos relacionan sutilmente con el destino, sin darnos cuenta. Son como una fuerza invisible, que dirige los acontecimientos hacia un lado u otro. Depende de la percepción de uno mismo.
Miraron el reloj y se dieron cuenta que pasaban ya de las dos de la madrugada. Apagaron la luz, se metieron en la cama y se durmieron.

lunes, 18 de enero de 2016

El nuevo rey


Puedes seguir tu propio instinto, antes de cruzarte con el diablo. Mirar la oscuridad a los ojos, y señalar tus objetivos sin titubear. Corres detrás del viento sin motivo alguno, pero te sientes libre.
Una gaviota planea cerca de la costa y el Sol se pone temprano.
Entonando una nueva canción al ritmo de las olas golpeando las rocas crecemos y aprendemos a querer a quien se lo merece.
Tocamos el fondo del mar con la nariz y jugamos con los delfines antes del anochecer, así nos damos cuenta que la vida es más simple de lo que parece, y que las pequeñas cosas son las que nos mantienen vivos.
Todo fluye, cuando las emociones suben a la superficie y la ilusión saca la cabeza detrás del acantilado.
Parpadea y pide un deseo, espera el señal del universo y sigue la luz de las estrellas con tu mirada.
Capaz de vivir sin ataduras me desnudo sobre la arena, y le grito palabras sin sentido a la noche.
No voy a rendirme tan temprano, sólo me limito a disfrutar este momento conmigo mismo.
Quizás perdí el norte hace ya mucho tiempo y ahora ande sin rumbo, buscando la última gota de imaginación que reside en mi cerebro.
El rey muere dentro de mi corazón, y la reina desolada por la pérdida quema su trono. El pequeño príncipe se arma de valor y con sus propias manos empieza a construir su reino. Con pedazos de cartón y un poco de madera consigue fabricarse un trono nuevo. Entierra todo el tesoro de su padre y planta un pequeño olivo. De su sombrero saca una paloma blanca que se sitúa en las ramas del árbol, corta unas cuantas hojas,  alza el vuelo y las esparce por todo el reino.