domingo, 10 de abril de 2016

Noches en un lugar inventado

Llevo mucho tiempo esperando un nuevo amanecer. Mis sueños se derriten bajo la oscuridad de la noche.
No quiero perder este ultimo combate, me quito la armadura, y me tumbo boca arriba mirando el Sol. Imagino que te veo a través de él. Cómo será tu sonrisa cuando acaricie tu piel suave sobre la arena de la playa.
El verano se aproxima, y la primavera marchita la tristeza de tus ojos.
Un largo camino se dibuja en el bosque verde y frondoso, y el viento mueve las hojas al ritmo de nuestros pasos.
Entrelazamos nuestras manos bajo la puesta de Sol. Un pequeño silencio, es interrumpido por los latidos de nuestros corazones.
Miro al cielo y me doy cuenta que las estrellas nos están observando. Por un instante me siento intimidado, y retiro mis manos de tu cuerpo.
Tu me sonríes, y acaricias suavemente mi rostro. Susurras a mi oído que no tenga miedo, cierras mis ojos y me besas mientras me pides que no despierte nunca de este sueño.
Nuestra respiración es suave, y al compás de la brisa nocturna. La oscuridad de la noche se convierte en nuestro hogar favorito, dónde nos escondemos de una sociedad llena de necesidades materiales y vacías.
Quizás el tiempo corre demasiado rápido aquí, y nuestras preguntas flotan en el aire, buscando la respuesta a nuestro amor prohibido e imposible. Pero nos sentimos cómodos, viviendo en una situación de peligro constante. Temiendo por satisfacer nuestras necesidades básicas, y velando por defender nuestros derechos humanos, y nuestro espacio vital.

Soñando en todo lo que queremos mantener a nuestro lado, y de lo que nos queremos alejar. Un mar de dudas, dónde las olas repican en el acantilado y una voz que resuena por toda la playa, pidiéndonos que nunca nos rindamos y que simplemente creamos en nuestro amor, y nuestros sueños. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario