NiHoy he decidido perderme por ahí. Darle una oportunidad al misterio y rellenar mi vida con algunos interrogantes.
De camino a la aventura me cruzo con algunas personas peculiares, incluso se podría decir estrafalarias.
Encontré un sentido distinto de las cosas. Como una dimensión invisible a simple vista que gira a mi alrededor. Escucho el sonido del mar. Las olas repican a mi espalda y las gaviotas despiden los últimos rayos del Sol con tristes canciones, cuyas letras nadie recuerda desde hace ya mucho tiempo.
Mis pies están enterrados debajo la arena de la playa, y yo disfruto de su cálido tacto. Esa sensación me produce una enorme relajación. Incluso me quedo medio dormido.
El ritmo de mi respiración, va acorde con el sonido de las olas. La história acaba de empezar y yo sigo aquí, plantado delante del océano infinito, sin tener ninguna prisa por terminar. Sólo disfruto del descanso.
Sigo mi camino y aprovecho las adversidades que se me presentan. Aprendo a adaptarme a las circunstancias, y hoy por fin consigo disfrutar de la paz que transmite este momento.
Llega la noche, y trato de no despistarme, de seguir la misma línea. Para evitar quedarme demasiado tiempo dormido, me dirijo a la orilla del mar y empiezo a nadar. Espero a que salgan la luna y las estrellas, y tumbo bocarriba sobre su reflejo. Ellas me arropan y me dan algo de calor. El verano se acerca y yo sigo otra vez por ahí perdido. Muy lejos de casa y apartado de los míos. Deseando encontrar alguna estrella dispuesta a llevarme de viaje a un sitio alucinante, donde las campanas de la eternidad, suenen eternamente.
lunes, 3 de julio de 2017
Histórias en el mar
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