Estoy sentado en
este portal, mis heridas siguen sangrando, y yo me siento ciego, muy
ciego por que soy incapaz de leer las mentiras escritas en tus ojos,
también me siento terriblemente mudo, por que soy incapaz de escoger
las palabras idóneas para explicarte mis sentimientos.
Llevo tanto tiempo
ciego y mudo, que me he acostumbrado a vivir con 3 sentidos.
Sigo pasándome por
este viejo bar, cada noche.Y pongo bien mis orejas a ver si soy capaz
de oír tu voz, y te invito a beber conmigo. Para volver a contarte
las historias que los muros están hartos de oír.
Me fumo un
cigarrillo, esperando que llegue el otoño, para que todo mi hogar se
tiña de colores cálidos y estos apacigüen el frío de mi corazón.
Mi silencio se come
las buenas canciones y me lleva hacia esa agria y solitaria sensación
de estar en medio de una robleda, sintiéndote observado por
infinitas personas, cuando estás más solo que el búho que duerme
al roble de tu derecha.
Puedes distinguir un
par de almas viejas y cansadas en las profundidades del bosque que
se te acercan y te susurran algo en la oreja, pero eres incapaz de
oír lo que te dicen. Entonces el miedo te consume, y crees que te
has vuelto sordo de repente. Crees que no podrás sobrevivir solo con
el olfato y el tacto. Cuando un extraño olor llega a tu nariz. Y tus
pies se mueven solos, hacia él.
Cada vez es más
fuerte. Como más cerca estás de su origen más feliz y libre te
sientes. Te encuentras tan dichoso y tan suelto que eres capaz de
empezar a vislumbrar la luz de la luna. Tus pies se paran y se
plantan delante una gran haya. Sientes el olor con gran intensidad
por toda la parte superior de tu cuerpo, y no paras de inhalarlo
continuamente. Te está llenando de una gran energía. Pero quieres
saber su origen, no te puedes ir de aquí sin saber su origen. Tus
ojos se abren, y delante tuyo aparece una pequeña caja de bombones
de color amarillo. Es hermosa. Tus manos se mueven suavemente hacia
el lazo que la cierra, y la abren con delicadeza. Curiosamente dentro
de la caja no hay ningún bombón, solo un pequeño papel de color
amarillo muy camuflado. En este papel hay escrita una frase: La
respuesta está en el cielo. Miras arriba, y un estrella se
enciende mientras la luna te hace un guiño y se convierte en el Sol,
que brilla radiante en la atmósfera azul, desvaneciendo la oscuridad
de tus ojos, mientras se te escapa un grito de alegría, que te hace
dar cuenta que tampoco eres mudo, tal como habías pensado todo este
tiempo.
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