sábado, 21 de junio de 2014

3 sentidos

Estoy sentado en este portal, mis heridas siguen sangrando, y yo me siento ciego, muy ciego por que soy incapaz de leer las mentiras escritas en tus ojos, también me siento terriblemente mudo, por que soy incapaz de escoger las palabras idóneas para explicarte mis sentimientos.
Llevo tanto tiempo ciego y mudo, que me he acostumbrado a vivir con 3 sentidos.
Sigo pasándome por este viejo bar, cada noche.Y pongo bien mis orejas a ver si soy capaz de oír tu voz, y te invito a beber conmigo. Para volver a contarte las historias que los muros están hartos de oír.
Me fumo un cigarrillo, esperando que llegue el otoño, para que todo mi hogar se tiña de colores cálidos y estos apacigüen el frío de mi corazón.
Mi silencio se come las buenas canciones y me lleva hacia esa agria y solitaria sensación de estar en medio de una robleda, sintiéndote observado por infinitas personas, cuando estás más solo que el búho que duerme al roble de tu derecha.
Puedes distinguir un par de almas viejas y cansadas en las profundidades del bosque que se te acercan y te susurran algo en la oreja, pero eres incapaz de oír lo que te dicen. Entonces el miedo te consume, y crees que te has vuelto sordo de repente. Crees que no podrás sobrevivir solo con el olfato y el tacto. Cuando un extraño olor llega a tu nariz. Y tus pies se mueven solos, hacia él.
Cada vez es más fuerte. Como más cerca estás de su origen más feliz y libre te sientes. Te encuentras tan dichoso y tan suelto que eres capaz de empezar a vislumbrar la luz de la luna. Tus pies se paran y se plantan delante una gran haya. Sientes el olor con gran intensidad por toda la parte superior de tu cuerpo, y no paras de inhalarlo continuamente. Te está llenando de una gran energía. Pero quieres saber su origen, no te puedes ir de aquí sin saber su origen. Tus ojos se abren, y delante tuyo aparece una pequeña caja de bombones de color amarillo. Es hermosa. Tus manos se mueven suavemente hacia el lazo que la cierra, y la abren con delicadeza. Curiosamente dentro de la caja no hay ningún bombón, solo un pequeño papel de color amarillo muy camuflado. En este papel hay escrita una frase: La respuesta está en el cielo. Miras arriba, y un estrella se enciende mientras la luna te hace un guiño y se convierte en el Sol, que brilla radiante en la atmósfera azul, desvaneciendo la oscuridad de tus ojos, mientras se te escapa un grito de alegría, que te hace dar cuenta que tampoco eres mudo, tal como habías pensado todo este tiempo.


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