Llegué tarde y entré por el garaje, no quería despertar a Mel. La noche había sido larga y salvaje. Otra fiesta sin sentido en la casa de los Adams. ¿Por qué siempre se nos iba de las manos cuando me reunía con ellos?
Tropecé con una vieja lata oxidada, parecía de gasolina pero estaba vacía y un poco abollada. ¿Qué hacía allí en medio? ¿Por qué no la habíamos tirado aún? No recordaba haberla visto antes. Me agaché y la dejé en un rincón para no volver a tropezar otro día. Mañana ya me ocuparé de ella.
Me siento mareado, creo que he vuelto a beber demasiado. Afortunadamente Tim me ha llevado en coche, porque no estaba en condiciones de conducir. Me quito los zapatos y los dejo tirados por el pasillo. Llego a la cama dando tumbos. Mel duerme profundamente, no me ha oído. Si se enterara quizás me dejaría definitivamente. Llevamos una mala racha y esto podría ser la gota que colma el vaso.
Puedo escuchar el rumor del viento, y algún coche pasar por la calle. Vivimos en una zona tranquila, y eso se agradece. No será difícil conciliar el sueño esta noche. Me encuentro muy cansado.
Estaba a punto de caer rendido cuando se escuchó un fuerte estrépito en el piso de abajo. Algo ha caído ruidosamente. Creo que viene del garaje. Mel se revuelve a mi lado. Creo que se ha despertado también, pero no dice nada. Estoy demasiado cansado para comprobar que todo está correcto. Cambio mi posición y vuelvo a cerrar los ojos.
Al cabo de unos minutos, otra vez se escucha el mismo ruido. Pero mucho más intenso y prolongado. Como si el objeto caído se arrastrara por todo el suelo.
Tom, ¿Ya has llegado? ¿Puedes ir a ver que ocurre en el garaje? - Balbucea Mel, que sigue medio dormida.
Tengo que esforzarme para levantarme. La cabeza me da muchas vueltas y necesito agarrarme a la pared para no caerme. Bajo las escaleras con mucho cuidado. Voy al garaje, todo parece en orden. Cuando ya estaba decidido en volver a la cama, vuelvo a tropezar con la vieja lata plateada que me había encontrado al llegar. La miro fijamente. Parece un poco más oxidada aún. Quiero agarrarla para apartarla del paso, y dejarla en su rincón de nuevo. Pero esta vez pesa muchísimo. No la puedo mover. Ni con todas mis fuerzas soy capaz de desplazarla. Empiezo a desesperar hasta que le doy una patada y vuelvo a la cama cabreado.
Me cuesta conciliar el sueño esta vez. Maldita lata. El universo está contra mí esta noche.
Minutos más tarde, vuelvo a escuchar el mismo ruido pero esta vez mucho más cerca. Creo que viene del comedor. Me levanto de un salto, Mel me dice algo que soy incapaz de interpretar. Estoy demasiado alterado.
Bajo a gran velocidad, las escaleras y me resbalo. Me doy un fuerte golpe en la rodilla, y recuerdo que sigo ebrio. Veo otra vez la lata frente a mí. Le doy un puñetazo, ¿me está persiguiendo? La lata no se mueve y el dolor que me produce tal acción es terrible. És aún más dura que la vez anterior. Trato de moverla con todas mis fuerzas pero es imposible.
Me levanto como puedo y vuelvo a la cama. Mel se ha despertado y parece irritada. No escucho lo que me dice. Trato de tumbarme y concentrarme en otra cosa, pero al cabo de un rato se escucha el mismo ruido, aún más cerca. Parece que algo ha caído dentro de la habitación. Otra vez la lata. Me levanto ofuscado y muy irritado. ¿Qué está pasando aquí?
Quiero moverla pero me doy cuenta que esta vez hay una nota en el dorso del objeto que dice así:
Si quieres moverme cambia tu actitud
En este momento me doy cuenta de la relación de este suceso con mi vida. Quiero cambiarlo todo pero sigo haciendo siempre lo mismo, y mi actitud es deficiente.
La lata se quedó durante tres semanas en el mismo sitio, tumbada en el suelo de la habitación, hasta que fui capaz de retomar el rumbo de mi vida y cambiar la actitud. Las cosas mejoraron y parecieron no ser tan complejas como las imaginaba, asimismo conseguí mover la vieja lata oxidada a su sitio sin esfuerzo. La quería tirar, pero la guardé en el garaje para que si algún día volvía a perder la actitud me recordara la lección, se convirtió en mi amuleto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario