lunes, 24 de mayo de 2021

Desde el rincón de pensar

 Desde el rincón de pensar, observo el ocaso. Ha sido un día tranquilo, sin muchas emociones, ni aventuras. Pero así necesitaba que fuera. Nos estamos acostumbrando a vivir demasiado rápido, sin ser conscientes del presente.  

Y ahora, después de dar un paso atrás, ya puedo seguir avanzando. 

Como si fuera el vuelo de los pájaros migratorios, me encuentro explorando el cielo. Dejándome llevar por la fuerza de la naturaleza. Y viajo a través de las nubes. Algunas llenas de lluvia, otras libres de carga. Pero todas forman parte del entorno. Acepto cada una de ellas, me ayudan a encontrar mi camino. 

El viento me hace volar alto. Junto con lo sagrado que se congrega en el universo. Los secretos y las virtudes, quedan camufladas, entre las estrellas de la noche. Solo al alcance de los que les han dedicado tiempo y aprecio. 

Detengo mi vuelo, en la copa de un árbol centenario para mirar atrás con perspectiva. Lo que hemos creado durante todos estos años de esfuerzo. Tan ocupados en conseguir el cariño de los demás, que aún no nos habíamos parado a valorar el trabajo bien hecho de lo que se hace desde el corazón. Eso debe ser lo que algunos llaman sentido de la vida. 

Y una vez más me reencuentro conmigo. Veo como mi esencia  se acerca lentamente. Tiene un aspecto más maduro. Una mirada más profunda. Me da un abrazo, y siento la unión de nuestras fuerzas.  Y vuelvo a tener fe. Se que juntos podemos alcanzar grandes metas. Pero debemos trabajar en equipo. 

Y el subconsciente, llama a la puerta, y nos nutre de la imaginación necesaria, para seguir creando e indagando. Él es el artífice de convertir lo que parece utópico en realidad. 

¿Quién conoce los límites de la humanidad? Desde luego yo no. Pero voy a tensar la cuerda al máximo, hasta llegar lo más cerca posible del infinito.


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