Esta
noche no tengo miedo, porque soy capaz de mirar el cielo, y ver como
brillan las estrellas. Escuchar todas sus conversaciones, sentir sus
miedos dentro de mi corazón y reírme de sus estupideces.
Puedo
leer historias mágicas escritas en la oscuridad, y vislumbrar mapas
detrás de la Luna, que paso a paso nos llevan a un mundo nuevo. Un
lugar desconocido dónde somos capaces de aparcar nuestros
sentimientos por un momento, y observar la belleza que tenemos
alrededor.
Descubrir
nuestra misión resulta una tarea realmente desmoralizadora, y es que
la existencia humana puede parecer tan compleja. Somos incapaces de
apreciar todo lo que brilla en nuestros ojos, aquello que nos hace
más fuertes.
Tus
preguntas se debaten entre saltar por el precipicio o seguir
lentamente su camino hasta dejar de ser unos ignorantes. El viento
mueve el destino, la suerte es lanzada en la mesa, y las cartas
vuelan hacia lugares inalcanzables por nuestras manos.
Una
partida contra ti mismo, arriesgar es la forma de ganar
Me
sobra tiempo para pararme en medio del camino, y construir un
castillo, con todos mis conocimientos, abrir las puertas, y
compartirlo con mis compañeros de viaje. Esta es la forma de
construir nuestro jardín, dónde el Sol nunca llora, y la Luna jamás
se esconde.
Una
vez tuve un sueño, era capaz de agrupar todos mis sentimientos en
una pequeña esfera brillante, y tirarla al cielo, hasta que flotara.
Absorber todas las estrellas, y iluminar la noche con mis miedos,
pasiones, energía y inseguridades.
Así
que esta noche mi sueño se ha hecho realidad. Comprendo las leyes de
la vida, y todas mis obligaciones. Me doy la vuelta, y le sonrió a
la Luna, esta me guiña el ojo. He descubierto mi misión.
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