Me
miraba el mago con una tremenda pasión, cómo si fuera mi héroe. No
podía esperar al siguiente truco, con que nos iba a sorprender
ahora?
Se
sacó el sombrero y lanzó sus cartas al suelo, los tambores
resonaban en la sala, y la música subía de intensidad, hasta que de
golpe el mago desapareció sin dejar rastro.
Todos
los espectadores dejamos escapar un grito de incomprensión. Hasta
que llegó el silencio profundo, habría desparecido de verdad el
mago, o formaba parte del truco. Algunos ya desconfiaban y creían
que no volvería a aparecer, hasta que se cerraron todas las luces, y
el mago apareció justo detrás mío. El silencio cesó y se
transformó en una alud de aplausos. Todo el mundo miraba hacia
diferentes direcciones, hecho que me llevo a la conclusión, que el
mago no solo había aparecido una vez, sino que lo había hecho cinco
veces. Había cinco magos en la sala. Cuando la intensidad de los
aplausos bajó cada uno de ellos se dirigió al escenario, para
recibir el último gran reconocimiento de la noche. Eran idénticos,
era el mejor truco que había visto en mi vida. Fui incapaz de
averiguar como había sido capaz de hacerlo.
Salía
del teatro con un gran sabor de boca, realmente el espectáculo me
apasionó.
Volviendo
a casa, no pude evitar tratar de reflexionar sobre la magia. Hacia
dónde puede llegar la ilusión y la fantasía en el corazón de los
hombres. No es mago el que hace desaparecer objetos o adivina que
carta tienes en la mano sin visualizarla.
El
bueno mago es aquel que es capaz de transformar la ilusión en
realidad. Valorar un pequeño detalle de la vida, al que muchos no le
damos importancia, convertirlo en algo mágico y inolvidable.
Transformar
la tristeza en alegría y las lágrimas en sonrisas.
La
mente humana está formada de sueños y ilusiones, que diluyen la
pena y el miedo, y nos mantienen vivos. Quizás la magia no sea solo
un juego de niños, ni un pasatiempo para algunos. Concretamente yo
lo veo como una parte de nosotros, un juego necesario para perder el
control de tu mente de vez en cuando y dejarte llevar por la
imaginación.
Este
es el momento en que tu creatividad fluye y limpia las espinas de tu
corazón hasta transformarlas en una dulce melodía que acompaña
nuestros despertares de invierno.
Los
ojos brillan y los cinco sentidos pierden su significado, todo es más
simple de lo que parece, tu mismo con tu inspiración, viviendo un
sueño, sobre las nubes, nadie puede dictar las reglas, tu decides
los limites.
No
tengas miedo de andar cerca del abismo, incluso la magia puede
transformar una caída fatal en el poema más hermoso del mundo.
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